Esquel, 16 de junio de 1955
Los receptores para el dolor se encuentran en la piel,
en las estructuras musculoesqueléticas
y en las vísceras. […] las
neuronas llevan la
información hacia centros
superiores
en el tronco cerebral y en el
tálamo.
www.zonamedica.com.ar
las hachas comen con sal
la confianza del árbol
SILVIA CASTRO
Textos del río
I
Juan Domingo Chincolef, peso pluma,
no conoce la palabra tálamo
pero está sufriendo sus consecuencias:
tálamo
tálamo
resuenan en su cabeza
los golpes que
Había un álamo en Cajón de Ginebra Chico.
Un álamo cae
a ambos lados
del filo del hacha
si la muerte es en otoño
hay un tálamo de hojas
amarillas
los brotes
intuyen
que no hay verde más allá.
(talán talán
quince minutos)
Había un turco en
Cajón de Ginebra Chico.
¿Los alfanjes copian su
curvatura
de aquel pedazo de luna?
¿Puede un hacha alcanzar ese
envión de resuello mortal?
¿Los alfanjes cruzan el mar
talando el cielo de los peces?
¿Muere un alfanje en el Líbano
y renace hacha en Chubut?
(talán talán
doce minutos)
Había un turco en
Cajón de Ginebra chico
levantando un
hacha.
Había un nido en el
álamo.
Tejido nervioso de brizna y
pelusa
canasta de criar carne
que está que empluma y que no
confundir
el vuelo
y el suelo
no es pensar emplumado:
la carne de gallina
no vuela
ni deja volar
(talán talán
nueve minutos)
los nidos no resisten la
aceleración de la gravedad
antes de llegar al suelo son
otra vez paja
y saliva seca:
lo que llega al suelo es polvo
y una plumita lenta que no sabe
cuándo fue que se murió.
Qué raro:
los álamos tirados
son más crecidos.
Y como que
viborean:
asustan y engañan
como una víbora en
flor
(talán talán
seis minutos)
¿Esa campana suena
para mí?
Claro, tarado, para
quién van a sonar
todas las campanas
suenan para vos
parate y mordé
parate y mordé
escupí pal costado
escondé la lengua
y mordé
(talán talán
tres minutos)
nadie toca la
campana por aquel álamo
nadie le tira la
toalla
el turco levanta
con su media risa de alfanje
el trofeo
desplumado.
El hachazo da, por ejemplo,
en el hígado.
El hígado retrocede seis
milímetros
antes de recordar su naturaleza
de esponja:
chupa un mar de dolor
vomita un haz de cerdas
que raspan la cuerda escondida
del nervio central
pezuñas de vidrio molido
que trepan trepanan
el hueco de la columna
(que deja de ser vertebral)
viborea la columna
muerde con sus dos dientitos el
tálamo
fiesta de cerdos
violín de nervios
tambor de piel
chim pum
la esencia del dolor
es no tener densidad:
un hueco que repta por su
propio hueco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario